CONTACONTOS: EL GATO SIN BOTAS.

GUIÓN:

En un reino muy muy lejano, vivía un buen y querido rey, que había heredado la corona de su padre y que tenía encantado a todo el pueblo. Pero en este reino quien tuviera la poderosa corona en sus dominios, fuera quien fuera, se convertiría automáticamente en el nuevo rey.
Por ello, fueron muchos los intentos de robar la corona, pero el castillo era impenetrable y la guardia siempre detenía a los ladrones.
Hasta que un día, la corona fue robada por un hombre malvado, que se convirtió en rey. Este tenía aterrorizado a todo el pueblo y no paraba de presumir de sus riquezas y su poder sobre todo y todos. 
El villano, tenía un pequeño gatito, al que no hacia mucho caso y que muy de vez en cuando alimentaba, por lo que el pequeño se escapaba y recurría a un aldeano del pueblo para que le diera de comer. El gatito poco a poco fue creciendo y se convirtió en adulto. Un día, sentado en su trono y con el gatito enfrente, el rey hablaba para el animal.

Rey: Gatito gatito.... No sabes cuanto me vas a ayudar a aumentar mi riqueza y por lo tanto mi poder sobre el pueblo!! Te enseñaré a robar, y lo poco que les queda a los aldeanos será mío, asique si quieren dinero, deberán trabajar para mi!

El rey le hablaba al animal, sin esperar respuesta como sería lo normal. Pero cuando el rey dijo esto, sorprendentemente el gato le respondió.

Gato: Pero mi señor, yo no quiero robarle a los aldeanos, no está bien hacer eso.

El rey sorprendido, dio un salto de su trono y se quedó boquiabierto mirando para el animal.

Rey: Oh! Pero si sabes hablar!! Tanto tiempo conmigo y aún me entero ahora!

Gato: Si mi majestad, procedo de una familia de gatos del bosque mágico, y estoy dispuesto a cumplir todas sus órdenes como buena mascota que soy, pero robar es algo muy malo que no se debe hacer, por eso decidí contestarle...

A lo que el rey contestó, confundido y enfadado a la vez: Mmm...Si lo harás!! O de lo contrario ordenaré que te lleven a la guarida del gigante, y serás terriblemente devorado!

En una montaña no muy lejana al reino vivía un gigante con el poder de transformarse en cualquier animal. Este le tenía mucha envidia al rey por todas sus riquezas, y por ello había intentado robarle parte de estas en numerosas ocasiones, pero el castillo del rey era impenetrable, y los guardias del castillo siempre lo pillaban.

Por su parte, el gato tuvo que aceptar las órdenes del rey para no ser devorado, y en un par de semanas fue entrenado por el ayudante del rey para aprender a robar.
Cuando el rey pensó que el gato estaba preparado, puso en marcha su maléfico plan.

Rey: Tu trabajo es muy sencillo gatito, cada día irás a una casa diferente del pueblo y entrarás en ella como un gato abandonado, maullando y con cara de hambre.
Los dueños de la casa te darán de comer y te dejarán dormir en ella al ver que eres un buen gato, y en ese momento, cuando todos estén durmiendo, te despertarás y meterás en una bolsa todas las joyas y dinero que encuentres por la casa, y sin hacer ruido saldrás y me las traerás aquí. Entendido?

El gato, con cara de pena y voz apagada respondió: "Si mi majestad... lo que usted ordene..."

El tiempo pasaba y el gato atracaba día tras día a los pobres aldeanos, sintiéndose mal consigo mismo pero siendo consciente de que lo tenía que hacer.
En un par de semanas, el gato ya había robado a casi todas las casas del pueblo, por lo que el rey estaba muy contento con el.

Rey: Si señor! Estás siendo un gato muy bueno, solo te quedan un par de casas que robar, y lo harás esta noche. A partir de mañana todo el pueblo será mío, nadie tendrá dinero y tendrán que acudir a mi para ello! Y tú gatito, vivarás como un señor por el resto de tu vida!

Gato: Pero mi majestad, no es ya suficiente? He robado a la mayoría de casas del pueblo, y no existe nadie más rico que usted. Estas pocas que faltan las podríamos dejar en paz...

Rey: No!! Atracarás las casas que te faltan, y los aldeanos no tendrán ni una sola moneda, todo será mío!

Gato: Si mi majestad... Respondía el pobre felino, cabizbajo.

Esa noche el gatito atracó varias casas, y se disponía a hacer lo mismo con la última que le quedaba, pero al llegar a ella se dio cuenta que era la del aldeano que siempre le daba de comer cuando el rey no lo hacía.
Una vez dentro, el gato fue incapaz de robarle ya que gracias a ese hombre seguía vivo, por lo que decidió despertarlo y explicarle la situación.
El aldeano también se llevó una gran sorpresa al ver que el gato hablaba, pero el animal le explicó de donde procedía, y el humano lo escuchó con atención.

Gato: Si no hago lo que me manda el rey, me mandará a la guarida del gigante y seré devorado... Por eso tuve que robar todas las casas del pueblo, pero no quería hacerlo!

Aldeano: Tranquilo chico, hiciste lo que debías para no ser devorado.
Anda vamos a dormir y mañana ya se nos ocurrirá algo para fastidiar al rey.

A la mañana siguiente temprano, mientras desayunaban, el aldeano tuvo una grandiosa idea para acabar con el terrible dominio del rey, y se dispuso a contársela al gato, que escuchaba atentamente.

Aldeano: Tengo un plan! El gigante de la montaña adora las riquezas, y tiene el poder de convertirse en cualquier animal cuando quiera, asique le ofreceremos un trato.
Mientras yo distraigo a los guardias de la puerta del castillo, el gigante se convertirá en un pequeño ratón y se colará en él, y una vez dentro, buscará al rey y se lo comerá transformándose en un feroz león, sin dejar ni rastro.
A cambio, nosotros devolveremos todo lo que has robado a sus propietarios, y el gigante se convertirá en el nuevo rey apropiándose de la corona, se quedará con el castillo y todas sus riquezas. Y así, todos contentos.

Gato: Es una idea fantástica! Vamos a hablar con el gigante.

El gato y el aldeano partieron hacia la montaña, y una vez allí le propusieron el trato al gigante.

Gigante: Quien osa molestarme en mi guarida!? Estaba merendando y tengo mucha hambre!!

Aldeano: Hola señor gigante, mi compañero felino y yo venimos a proponerle un trato para acabar con el malvado rey que nos domina, y que todos salgamos contentos.

Gigante: Ah... Si.... Ese maldito rey que posee una gran riqueza, intenté robarle la corona muchas veces, pero los guardias de la puerta siempre me pillan. Contadme vuestro plan.

El aldeano y el gato contaron su plan al gigante, y le hicieron prometer que no usaría su poder para hacer el mal. Al acabar de escucharlos, asintió con la cabeza aceptando el trato. Le parecía un plan fabuloso.

Gigante: Acepto vuestro trato, y podéis estar tranquilos, no haré el mal con mi poder, lo único que quiero es rebozarme en las riquezas, y nadar en una piscina llena de monedas... Decía haciéndosele la boca agua.

Al día siguiente los tres partieron hacia el castillo, y una vez allí, el aldeano empezó a hablar con los guardias.

Aldeano: Buenas tardes señores guardias! Que buen día hace hoy, veníamos a traerle estas manzanas frescas a su majestad el rey.

Guardia del castillo: Qué hacéis aquí, está prohibida la entrada al castillo, el rey no quiere que le molesten. Largo! O tendremos que tiraros a los cocodrilos del foso!

Aldeano: Entendido señor guardia, disculpen las molestias.

El humano y el gato se dieron la vuelta y partieron hacia el pueblo de nuevo, pero al gigante transformado en pequeño ratón le había dado tiempo a colarse en el castillo.

Esa misma tarde, se corrió la voz de que el rey había sido devorado por un feroz león, y que el gigante se había apropiado de su corona y por lo tanto también de todas sus riquezas y todo su poder.
Poco a poco la vida en el reino volvió a la normalidad, todo lo robado por el gato fue devuelto a sus propietarios, los aldeanos ya vivían tranquilos sin el rey malvado mandándoles, y el gigante vivió en el castillo, sin molestar a nadie y disfrutando en soledad de todas sus riquezas.

FIN
MEDIOS MATERIALES:

Se utilizará una cámara de móvil para grabar, y un programa de ordenador o una aplicación de teléfono móvil para la edición, tanto de planos como de introducción de voces. Utilizaremos imágenes de internet para introducir a los espectadores en el contexto del cuento, y que vayan desarrollando la historia poco a poco en su cabeza.
RECURSOS DE PUESTA EN ESCENA:
- Maquillaje de personaje/es: No es necesario maquillaje, ya que simplemente para la representación de personajes será necesario el vestuario.
- Vestuario: Bigotes de gato, corona o túnica de rey, sombrero de paja, espada de guardia.

- Escenario: Fondos sacados de imágenes de internet en la que se desarrollarán las escenas.


- Luces: Se jugará con las intensidades de estas dependiendo del momento del día o situación en la que se desarrolle la escena


- Audio: Será captado por el micrófono del móvil, y los efectos de sonido serán incluidos a la hora de editar.






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